miércoles, mayo 14

Honduras y EE. UU: impacto electoral en las relaciones bilaterales

A pocos meses de las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025 en Honduras, la atención internacional se centra en el desarrollo del proceso electoral. El Gobierno de Estados Unidos, a través de declaraciones de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado y mensajes de la embajadora Laura Dogu, ha manifestado su preocupación, especialmente tras las irregularidades observadas en las elecciones primarias del 9 de marzo.

Estados Unidos ha instado a los actores políticos hondureños, en particular al partido oficialista LIBRE, a respetar la institucionalidad electoral y a garantizar un proceso transparente y competitivo. La embajadora Dogu subrayó la importancia de la independencia del Consejo Nacional Electoral y la integridad del conteo de votos.

Avisos y preocupaciones globales

Estas afirmaciones ocurren en un entorno de denuncias contra LIBRE por acumulación de poder, influencia sobre el CNE, militarización y empleo de recursos estatales con fines políticos. Como muestra de desagrado, Estados Unidos ha interrumpido provisionalmente una parte de su colaboración económica destinada al refuerzo institucional en Honduras, abarcando fondos para iniciativas de transparencia en elecciones, combate a la corrupción y respaldo a organizaciones civiles.

Esa acción se muestra como un esfuerzo por impactar en la orientación política del gobierno de Honduras, en un contexto de acercamiento político hacia países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, lo que ha complicado las relaciones bilaterales con Estados Unidos.

La legisladora de Estados Unidos, María Elvira Salazar, ha manifestado su inquietud respecto a que Honduras pueda dirigirse por una senda semejante a la de Venezuela, alertando sobre las medidas adoptadas por la mandataria Xiomara Castro y el exmandatario Manuel Zelaya.

Alternativas y seguimiento constante

Expertos globales y medios informativos indican que Estados Unidos podría actuar si se presentan casos de fraude o colapso institucional. Se anticipa la presencia de observadores del exterior durante el proceso de votación y potenciales medidas diplomáticas si se compromete la voluntad ciudadana. Posibles acciones comprenden la suspensión de ayudas financieras, sanciones dirigidas a empleados gubernamentales y limitaciones en visados e inversiones.

Estados Unidos ha manifestado que la comunidad global vigila el proceso de elecciones en Honduras. Asimismo, se ha mencionado que cualquier acción de manipulación acarreará consecuencias. El 30 de noviembre, el pueblo hondureño participará en unas elecciones que impactarán en su prestigio internacional y su porvenir como país.