Álex Saab, un empresario colombiano con raíces libanesas, acusado de blanqueo de capitales y señalado como el testaferro del presidente Nicolás Maduro de Venezuela, ha sido designado como ministro de Industria y Producción Nacional en Venezuela. Este comunicado, efectuado por Maduro en diciembre de 2024, ha provocado una gran controversia debido al pasado judicial y político de Saab, quien estuvo encarcelado dos años en Estados Unidos antes de ser liberado como parte de un intercambio de detenidos entre ambas naciones.
Un empresario en el corazón de la controversia
Un empresario en el centro de la polémica
Después de ser extraditado en octubre de 2021, Saab enfrentó cargos en un tribunal en Miami y estuvo encarcelado hasta diciembre de 2023, cuando fue liberado como resultado de un acuerdo de intercambio que permitió la liberación de varios estadounidenses detenidos en Venezuela. A pesar de las acusaciones, el gobierno de Nicolás Maduro no solo respaldó a Saab públicamente, sino que lo nombró embajador ante la Unión Africana en 2020 y ahora lo ha ascendido a la posición de ministro.
Tras su extradición en octubre de 2021, Saab enfrentó cargos en una corte de Miami y permaneció en prisión hasta diciembre de 2023, cuando fue liberado como parte de un acuerdo de intercambio que incluyó la excarcelación de varios ciudadanos estadounidenses en Venezuela. A pesar de las acusaciones, el gobierno de Nicolás Maduro no solo defendió públicamente a Saab, sino que lo designó como embajador ante la Unión Africana en 2020 y ahora lo ha elevado al cargo de ministro.
La conexión de Saab con el chavismo se originó en el año 2011, cuando, durante el gobierno de Hugo Chávez, suscribió un contrato para importar materiales de construcción destinados a la Gran Misión Vivienda. Según investigaciones periodísticas, Saab habría recibido 159 millones de dólares del gobierno venezolano para este proyecto, pero solo entregó materiales valorados en 3 millones de dólares. Además, su implicación en los CLAP, un programa de distribución de alimentos en Venezuela, lo posicionó como uno de los principales favorecidos por contratos gubernamentales, aunque investigaciones revelaron sobrecostos y posibles desvíos de fondos.
La exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, acusó a Saab de ser el testaferro de Nicolás Maduro, afirmando que manejaba empresas para desviar fondos públicos. De acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., Saab empleó redes de compañías en naciones como Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong para disimular ganancias ilícitas procedentes de contratos con el gobierno venezolano.
El apoyo de Nicolás Maduro
El respaldo de Nicolás Maduro
A pesar de las múltiples acusaciones y los procesos judiciales, Nicolás Maduro ha defendido a Saab como un «patriota» y un «héroe» que ayudó a Venezuela a enfrentar las sanciones internacionales. Al anunciar su nombramiento como ministro, Maduro afirmó: «Estoy seguro de que con su gran capacidad gerencial y compromiso con nuestro pueblo, impulsará el desarrollo del sistema industrial de Venezuela en el marco de un nuevo modelo económico».
Un empresario implicado en el caso Odebrecht y otros escándalos
Un empresario envuelto en el caso Odebrecht y otros escándalos
Además de sus vínculos con Maduro, Saab también ha sido señalado en el caso Odebrecht, el mayor escándalo de corrupción de América Latina. Saab presuntamente habría participado en esquemas de sobornos relacionados con contratos de infraestructura en Venezuela.
El porvenir de Saab como ministro
Con su nombramiento como ministro, Saab toma un papel crucial en el gobierno de Maduro, que intenta reformar la economía venezolana en medio de sanciones internacionales, hiperinflación y una crisis humanitaria persistente. No obstante, su designación es percibida como una estrategia política para resguardar a un aliado cercano, en lugar de una decisión fundamentada en méritos o transparencia.
Con su designación como ministro, Saab asume un rol clave en el gobierno de Maduro, que busca reestructurar la economía venezolana en medio de sanciones internacionales, hiperinflación y una crisis humanitaria prolongada. Sin embargo, su nombramiento es visto como una maniobra política para proteger a un aliado cercano, en lugar de una decisión basada en méritos o transparencia.
El caso de Álex Saab sigue siendo un reflejo de los profundos problemas de corrupción y autoritarismo que caracterizan al régimen chavista y de las tensiones entre Venezuela y la comunidad internacional. Su figura, ahora como ministro, continuará generando polémica y reforzando las críticas hacia el gobierno de Nicolás Maduro.